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El Congreso solicita documentos de la Universidad para investigación sobre fijación de precios

Un gran edificio cubierto de hiedra. Hay una torre de reloj en el centro.
Salón Nassau.
Calvin K. Grover / The Daily Princetonian

Read in English here.

Los Republicanos del Congreso han iniciado una investigación sobre las prácticas de ayuda financiera de todas las ocho universidades de la Ivy League, incluso Princeton, acusándolas de aumentar colectivamente los costos de la matrícula. La investigación se produce tras un escrutinio más amplio de la educación superior por parte del gobierno federal, y se produce a medida que los administradores de Princeton han dicho que están comprometidos a proteger la ayuda financiera.

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“Estamos particularmente preocupados que las instituciones miembros de la Ivy League parecen aumentar colectivamente los costos de la matrícula mientras se involucran en la discriminación de costos al ofrecer paquetes selectivos de ayuda financiera para maximizar las ganacias”, decía una carta dirijida al rector de la Universidad de Princeton, Christopher Eisgruber (promoción de 1983). “Al involucrarse aparentemente en prácticas anticompetitivas de fijación de precios, la Universidad de Princeton podría estar actuando de forma contradictoria con las leyes antimonopolio de los Estados Unidos”.

La carta solicitó documentos de amplio espectro relacionados con los admisiones Universitarios, la ayuda financiera y los mensajes entre los administradores Universitarios y sitios web de ayuda para la solicitud de ingreso a universidad tales como College Board y Common Application. La Universidad de Princeton tiene hasta el próximo martes para entregar estos documentos al comité.

En un comunicado a The Daily Princetonian, la portavoz universitaria, Jennifer Morrill, dijo que Princeton había “recibido la carta del 8 de abril, está revisando las solicitudes y planea cooperar con la investigación”.

En 1991, el Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) investigó a la Ivy League, alegando que sus universidades utilizaban una fórmula estandarizada para determinar el precio máximo que un estudiante podría pagar, por lo tanto eliminando la competición entre los precios ofrecidos por las instituciones y entre los paquetes de ayuda financiera. En respuesta, las universidades accedieron a dejar de compartir información sobre ayuda financiera estudiantil y a evitar la colaboración en los aumentos de costos de matrícula.

Tras la investigación del DOJ, el Congreso aprobó la Ley de Mejora de las Escuelas de Estados Unidos de 1994, que permite a las universidades colaborar legalmente en un precio fijo, con tal de que no consideren la necesidad financiera en la decisión de admisión. La exención expiró en 2022.

Princeton estuvo notablemente ausente de una demanda colectiva en octubre de 2024 que alegó que 40 universidades prestigiosas, incluyendo las otras siete universidades de la Ivy League, se confabularon para limitar la ayuda financiera para estudiantes con padres divorciados o sin custodia al considerar los activos de esos padres

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Ahora, los comités de la Cámara de Representantes y del Senado se preocupan por la colusión continua de las instituciones de la Ivy League pese a “ya no tener una exención de antimonopolio”, indica la carta. “La estructura y el funcionamiento del mercado de la educación superior sugieren enfáticamente que el mercado no funciona correctamente y está sujeto a violaciones extendidas de las leyes antimonopolio”.

La carta enumera varios sitios para la presunta colusión, incluyendo las reuniones entre los rectores de la Ivy League; el uso de College Board y Common Application; el uso inapropiado de las estadísticas de U.S. News and World Report, de los programas para el manejo de matrícula y de los programas de decisión temprana vinculante en los cuales un estudiante hace un contrato vinculante con la universidad y se compromete a asistir si es admitido; y directores y fideicomisarios que formaban parte de las juntas de varias instituciones de educación superior u organizaciones relacionadas con universidades, tales como College Board y U.S. News.

Esta investigación se produce tras la suspensión reciente de subvenciones federales y el fin de $4 millones en financiamiento para los estudios climáticos. Las otras siete universidades de la Ivy League recibieron una carta semejante, incluyendo la Universidad de Pensilvania, la Universidad de Harvard, y laUniversidad de Columbia.

Luke Grippo es escritor principal de Noticias y colaborador de Features del ‘Prince.’ Es del sur de Nueva Jersey y suele escribir asuntos administrativos, incluyendo el Gobierno Estudiantil Universitario, el Consejo de la Comunidad de la Universidad de Princeton, y el legado institucional.

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Este artículo fue traducido a español por Roberto Sampaio.

Por favor envíe cualquier corrección a corrections[at]dailyprincetonian.com.